Un pulso al Madrid es un suicidio

Un pulso al Madrid es un suicidio

No quiero volver a opinar sobre la idoneidad de los descartes del Madrid ya que el cariño personal que le tengo a Mahamadou Diarra, uno de los más señalados, trastornaría mi reflexión. Sin embargo, frente a la contundencia de la decisión tomada por los dirigentes del club, no creo que pueda haber mejor solución que una salida amistosa y pactada. No hay marcha atrás posible en los planes de los que mandan y, en un pulso con el Madrid, me parece evidente que los jugadores descartados acabarían siendo los más perjudicados.

Me viene a la cabeza una fábula de Jean de La Fontaine (inmenso poeta francés del siglo XVII) llamada La jarra de tierra y la jarra de hierro, que pone de relieve la importancia de tener en cuenta las fuerzas (y las debilidades) de cada uno. Si chocan, la jarra de tierra (los descartados) siempre se romperá antes que la de hierro (el Real Madrid). Una metáfora impregnada de realismo que los tres nominados a abandonar el Madrid deberían entender antes de que sea demasiado tarde. Sobre todo porque, como esos tres no son ni españoles ni siquiera canteranos, no podrán encontrar apoyo en la opinión pública madridista. Estarán solos frente a su destino.