Radiografía del ridículo
La alineación de Antonio Álvarez, desde el principio, desprendía dudas, extrañeza y talante perdedor. La insistencia de salvar un fracaso como el de Romaric empieza a ser cansina y la actuación de Konko como central volvió a descubrir las carencias de esta carísima apuesta. La importancia del encuentro de vuelta de la previa de Champions no justifica que el técnico no manejara con más seriedad sus armas. Construyó un equipo muy pobre y fue triste la pasividad que mostró en el segundo tiempo cuando tardó una eternidad en buscar soluciones. ¿Por qué diablos no salió antes Luis Fabiano? ¿Qué hacía Kanouté en la grada? ¿Cuándo le darán la responsabilidad a Cigarini?
Lo más preocupante es que detrás de Luis Fabiano y Kanouté parece que se extiende el más largo desierto. El Sevilla decidió no competir en el Camp Nou y despreciar un título. Inexplicable. El martes tocará redimirse y escapar de este horror. Faltaría más.