A falta de mensaje y liderazgo
No pongo en duda ni la calidad de la plantilla para competir con argumentos por obtener el ascenso ni tampoco la labor del cuerpo técnico a la hora de fichar futbolistas y entrenador. Probablemente el Valladolid esté en el buen camino. Los que siguen al equipo de cerca dicen que los de Gómez desprenden muy buenas sensaciones. El viernes llega la hora de empezar a comprobarlo de verdad ante el filial del Villarreal.
Pero sí aseguro y confirmo que hace mucho tiempo que no apreciaba entre la afición y en la ciudad tanto desapego por lo que le ha venido ocurriendo en el día a día a este Valladolid. Y no creo que el asunto sea responsabilidad de la gente. Entiendo que desde las oficinas de Zorrilla ha faltado discurso. El club ha realizado el trabajo de campo, pero no ha sabido parar el golpe del descenso a través de un mensaje optimista y continuado. Ha sido todo un poco triste en líneas generales y se ha confiado únicamente en la meritoria campaña de Leo Harlem y que este año ya no ha sido tan efectista. El Valladolid necesita energía, transmitir vigor, vender ilusión. Tanto trabajar en silencio y sin hacer ruido se ha vuelto en contra al final.