Forlán y las jerarquías en el nuevo Atleti
El Mundial como metáfora. El vestuario rojiblanco tiene un espejo en el que mirarse. No es otro que Diego Forlán. El Mundial ha sentado galones y en todos los estamentos piensan que es una buena noticia para el club y un gran mensaje para todo el vestuario: la profesionalidad tiene premio.
La situación de Agüero. El Kun es icono de la afición, pero está en su año bisagra. Su calidad es indiscutible, pero tiene que dar un salto en su rendimiento. Poner todo el foco en el fútbol y dejar que fluya naturalmente el talento que lleva dentro.
La satisfacción de Quique. Es cierto que en todos los arranques de pretemporada, el Atlético pinta bien. Esta vez, los indicios son mejores aún. El fichaje de Filipe Luis aporta ilusión y la probable llegada de Godín o de un lateral derecho (la polivalencia de Ujfalusi ayuda) aseguran una defensa mucho más competitiva. A falta de saber qué pasa con Tiago, se confía mucho en el fútbol que aporta Fran Mérida y en la consagración de Jurado. Seguramente, no se fue justo con él en los días de vino y rosas de la temporada pasada.
El reto de ser tercero. El objetivo pasa por meterse en la Champions. Con la base del año pasado, Quique pretende dotar de una mayor riqueza táctica a su equipo. Competir con Barcelona y Madrid por el título no suena realista, pero ser tercero es, de puertas para adentro, el gran objetivo de partida de esta temporada.