Al enemigo, ni agua
Alberto Contador hizo ayer la peor crono de su vida. Los datos no mienten: acabó el 35º, a 5:43 de Cancellara. Normalmente debía terminar entre los diez primeros de la etapa, a la altura de Menchov o mejor. Suerte que Andy Schleck es muy flojo en esta especialidad, si no, nos habría levantado el Tour. Se juntaron varias cosas: Contador no está tan fuerte como el año pasado, las polémicas generadas por la carrera le han pesado y la presión de que su rival haya llegado a tener seis segundos de ventaja han terminado por ponerle nervioso. Hay que destacar la fortaleza mental que ha tenido para superar la coyuntura. Y supongo que sacará una enseñanza: al enemigo no se le puede dar ni agua. Cuando se presenta cualquier ocasión para sentenciar hay que aprovecharla.