Dio un golpe moral y de autoridad
Mucho más que los diez segundos que sacó, Alberto Contador dio un golpe moral y de autoridad. Andy Schleck lo tiene que haber acusado. Pienso que debía haber atacado desde más lejos, pero supongo que le tiene respeto a Andy y temió que le remachara. Ahora es el luxemburgués el que habrá cogido miedo. Lo que no me gustó fue que Alberto especulara al final para ganar la etapa. Con esas dudas perdió al menos cinco segundos más de ventaja. Se vio porque Vinokourov, que estaba fundido, se acercó a él y a Purito Rodríguez. Por cierto, que Vino sigue a su bola. Estuvo bien que se metiera en la escapada, pero tenía que haber ahorrado fuerzas. Le hubiera venido muy bien a Contador si el kazajo le echa una mano tras cazarle. Vino es un corredor de mucha clase, pero tiene que reservarse para apoyar a su líder en los momentos claves. En el Astaná sigue fallando el trabajo de dirección. Como el año pasado, Alberto tiene que ser su propio director. En cambio, el Saxo Bank sí que funciona como un gran equipo, con mucha disciplina. Ellos no van a ganar etapas, quieren ganar el Tour, que es lo que importa.
Purito Rodríguez estuvo de chapeau. Incluso brindó su ayuda a Contador, pero como éste le quiso disputar la victoria, jugó sus cartas perfectamente. El catalán es un ciclista con mucha clase que ha obtenido triunfos de mucho caché y en cualquier momento de la temporada. Ha tenido que marcharse del Caisse d'Epargne para demostrar que no es un gregario.