Ojo: los holandeses han vencido al mar

Ojo: los holandeses han vencido al mar

Holanda es país de respeto. Esta gente se ha enfrentado al mar y ha ganado, así que pocas bromas. En fútbol lanzaron una revolución en los setenta con la que salimos ganando todos y ahora acaban de eliminar a Brasil, así que pocas bromas. Es un equipo áspero por atrás y en el medio, donde Van Bommel y De Jong rascan lo suyo, y con encanto por arriba. Sneijder se ha confirmado como un jugador sensacional; Van Persie no ha hecho un gran Mundial, pero ahí hay mucho delantero; Kuyt es tenaz y goleador; y Robben, ¡ay Robben! es la gran bala de plata de que disponen. Frágil, sí, pero cuando está sano...

Y ahora está sano. Así que un respeto, pero pesimismo no. Son buenos, pero los nuestros son mejores. Haga un ejercicio, coja nuestra alineación y dígame: ¿en qué puesto mejoraríamos cambiando al nuestro por algún holandés? Me parece que en uno o en ninguno. Sin embargo, si, al revés, le diéramos a un holandés la posibilidad de mejorar su equipo con algunos de los nuestros, seguro que pediría un buen puñado. Eso es lo que hay, por más que no se puedan olvidar los veinticinco partidos consecutivos que lleva Holanda sin perder, ni sus seis victorias en el campeonato, con lo que eso comporta para la convicción del grupo.

El fútbol a un partido puede guardar sorpresas, sí. No siempre gana el mejor. El fútbol, al fin y al cabo, es un juego, y aunque no exactamente un juego de azar, éste tiene un papel en el mismo. Ya vimos cómo España perdía el primer día, ante Suiza, pese a ser mejor. Con el mismo árbitro de hoy, por cierto, el sargento Webb, ese tipo duro con aire de cascar las nueces con la mano pero que se tragó un par de penaltis y el raro fuera de juego en el gol suizo. Pero creo que ese día agotamos nuestra dosis de desgracia. Francamente, y me cuesta decirlo, me parece que esta noche España se va a acostar campeona del mundo. Ya cuento las horas.