Si el final de la Liga en Primera resultó apasionante en la lucha por no descender, la incertidumbre en Segunda está instalada hace ya bastante tiempo, donde equipos que a priori lucharían por subir de categoría (Celta, Rayo Vallecano, Albacete o Murcia) ahora se encuentran inmersos en la pelea por eludir el descenso a Segunda B. El Cádiz, por su parte, está teniendo una temporada irregular, aunque en las últimas jornadas ha reforzado su línea defensiva, con las aportaciones de De la Cuesta y Dani Miguélez, ha sido más consistente en el centro del campo con Fleurquin y las ocasiones de gol han llegado con Ogbeche, Diego Tristán y Ramis. Si bien en Las Palmas la pasada jornada y en Irún el equipo tuvo suerte y sumó dos puntos, no es menos cierto que ante Córdoba, Recreativo Villarreal B, se dejaron escapar ocho puntos, que ahora situarían al equipo con seis puntos más y fuera de todo peligro.

Pero estas cuentas son sólo estadísticas. Ante el Murcia, el Cádiz tiene otra oportunidad de alejarse de los puestos de descenso. Para ello es necesario mantener la calma dentro del seno de la entidad y la plantilla, hacer causa común e intentar que ningún elemento extraño pueda desestabilizar al grupo. En este envite, todos tenemos mucho que perder y los únicos encargados de sacar el barco para adelante son los profesionales, aunque el inestimable apoyo de los incondicionales, en estas cinco finales que restan, será una ayuda digna de agradecer.