La barata y vieja teoría del culé
Primera imagen en el post derbi. Es la que ilustra esta columna. Pochettino estuvo ayer en el Godó, rodeado de sus fieles Planes y Di Blasi, con una sonrisa y ganas de gozar del último día libre de la semana. Hoy toca volver al trabajo aunque convendría no olvidar algunos gestos significativos. Porque no es baladí que Sandro Rosell te felicite, como hizo ayer en ese mismo village de RCT Barcelona, por su planteamiento en el derbi por muy mal que le sepa haber perdido en Cornellà-El Prat dos puntos que pueden ser vitales para el devenir de una cabeza de la Liga que poco importa al Espanyol.
Con lo leído y escuchado en las últimas 48 horas, Pochettino debe quedarse con una reflexión: su planteamiento fue mejor que el de Guardiola. Y así se lo han hecho saber los expertos. No debe hacer ni caso a los futboleros de pacotilla, culés de boquilla, que insisten en la teoría de que "si el Espanyol hubiera jugado así todo el año estaría en la Champions". Ni es verdad. Ni los partidos se pueden afrontar siempre como si fueran un derbi. Ni la afición es la misma. Ni los rivales son los mismos. Porque si el Barça hubiera jugado siempre como el sábado. ¿Sería líder? A que no. Pues eso, a callar.