Messi como problema y como incentivo

Messi como problema y como incentivo

Messi está en todas las conversaciones. No sólo en Barcelona, donde amenaza con borrar, como un huracán, las devociones que en aquel club se han guardado siempre a Kubala, Cruyff y Maradona. También en Madrid, donde ha sembrado el pánico por sus últimas actuaciones, particularmente la última, en Zaragoza. Y en todas partes, en fin. Se empieza a discutir no ya si es el mejor del momento, sino si es el mejor de la historia. Y se recuerda que a su edad Maradona había hecho ya mucho, pero bastante menos que él. Messi aún no ha cumplido los veintitrés. ¿Qué no habrá hecho dentro de diez?

¿Mejor que Maradona? Maradona tenía una capacidad de poner el balón con la izquierda en cualquier sitio que Messi aún no tiene, pero sólo en eso le mejoraba. Y tampoco sabemos si el Messi de hoy es el definitivo, si se va a detener ahí. Este mes ha jugado mejor que el mes pasado, este año está jugando mejor que el año pasado, en el que a su vez jugó mejor que el anterior. Es verdad que ahora está desatado, no va a seguir a tres goles por partido indefinidamente, o eso supongo, pero tampoco podemos estar seguros de que sea un producto cerrado como futbolista. Cuando esté un año sin progresar podremos decirlo, antes no.

Así que es normal que haya cundido el pánico en Madrid, tanto que Valdano ha mandado un mensaje de los suyos a su plantilla: "Messi no es un problema, es un incentivo". Un incentivo para crecerse, para jugar mejor, para estar a la altura del enemigo y superarlo. Un incentivo que debe actuar especialmente sobre Cristiano Ronaldo, que tiene como objetivo personal ser el mejor jugador del mundo, pero también sobre los demás. Las tribus indias medían su grandeza por la grandeza de las tribus rivales. Este Barça es el mejor que se ha conocido, Messi va camino de ser un grande de la historia. El incentivo es formidable.