Ibrahimovic en el centro del debate

Ibrahimovic en el centro del debate

Ayer me preguntaban en el chat si pienso que Ibrahimovic estuvo bien expulsado. Bueno, pues casi creo que sí. Perdió la cabeza y le tiró una patada a Cisma a la par que un codazo, pero también es verdad que el cuento que hace éste redime en parte la actitud del colérico suecobosnio. Lo que ve el linier es la fricción multiplicada por el teatro de Cisma y eso es lo que da con el delantero en el vestuario. El Barça apela con el vídeo y el comité se encuentra ante un compromiso. Precedentes los hay de todos los órdenes, así que lo que hagan tendrá explicación. No seré yo quien se queje si exoneran a Ibrahimovic.

De lo que no estoy tan seguro es de si al Barça le compensa de verdad gastar una bala en este recurso, dado el extravío en que ha caído este jugador. Delantero magnífico, de técnica exquisita y físico superpoderoso pero del que, francamente, todos esperábamos más. Y arrancó bien, a gol por partido. Pero de repente ha empezado a comportarse en el Barça como un cuerpo extraño. Apuntaba Minguella el otro día en El Larguero que quizá intenta exquisiteces con demasiada frecuencia, para elevar su nivel a la altura de la excelencia de sus compañeros. Decía que jugando más simple sería más útil. Seguramente.

El caso es que volviendo la mirada hacia atrás se echa en falta a Etoo, que a su vez se está estrellando en el Inter, curioso. Hace años conocí en Sevilla dos matrimonios divorciados y recasados, pero cruzándose. O sea, el uno se casó con la del otro y el de la otra se casó con la del uno. Les iba bien en su nuevo acomodo y hasta donde sé siguen envejeciendo felices en su nueva situación. Cuando lo del Barça, el Inter, Etoo e Ibra pensé que si aquello, más difícil, había salido bien, ¿por qué no iba a salir bien esto? Pues no ha salido bien. Éste es un cambio en el que todos han perdido, sólo que el Barça encima pagó 45 millones.