Casillas, Guti, Raúl y el fantasma de Riazor

Casillas, Guti, Raúl y el fantasma de Riazor

Corramos un tupido velo sobre el 'affaire' Cristiano, que me parece que no ha dejado en buen lugar a nadie, y vayamos a Riazor, donde Raúl cubrirá el espacio de Cristiano en la foto del equipo y seguramente en más que eso. No es ya el Raúl para el que se pedía el Balón de Oro años atrás, pero es un delantero digno en este Madrid de hoy, aunque tenga otros por delante. Cristiano no es la única baja del Madrid, pero también el Depor tiene muchas. En ese sentido, andan ahí, ahí. El Madrid tiene más valor medio en su plantilla, y eso pesa, aunque haya tenido que rellenar la convocatoria con canteranos.

Pero el Depor se siente cómodo en su fortín cuando le visita el Madrid. Hace diecinueve años que los madridistas no ganan allí, lo que confirma que hemos asistido (estamos asistiendo) al mejor periodo en la historia del Depor, pero también que al equipo gallego la presencia del Madrid le eleva, le pica, le motiva. Ante el Madrid consiguió su mejor éxito de estos años, el Centenariazo, y ante él defiende mejor que ante ningún otro su orgullo ante la propia hinchada. Ya no es aquel Superdepor, pero es un equipo bueno, reflejo de un club más sólido de lo que llegamos a pensar.

Lendoiro tiene pulso y Lotina tiene juicio. Y el Madrid, ¿qué tiene? Tiene a Casillas, Guti y Raúl todavía como referentes, se quiera o no. Tanto tiempo después, los viejos canteranos aún cuentan como pegamento del club. Mientras Kaká y Benzema se adaptan, Xabi Alonso coge los hilos y Cristiano entra y sale por sanciones o lesiones, el Madrid sólo es de verdad reconocible en sus viejos muchachos de la casa. Tras ellos se alinea un equipo que ha puntuado mucho, pero que sufre la comparación inevitable con ese Barça que ha vuelto a afinar sus violines y empieza la segunda vuelta a cinco puntos. Alerta amarilla. Más puntos sería ya alerta roja.