Canales va a ser una estrella del fútbol, lo tengo clarísimo. Vamos a poder disfrutarle en Santander lo que resta de temporada y, afortunadamente, una o dos más. Al final el chaval ha deshojado la margarita y se ha decantado por el Real Madrid; me alegro muchísimo por él, pero es algo que me hace torcer el gesto porque lo que quiero es que juegue. Domingo tras domingo. No creo que Sergio, en el segundo olimpo galáctico de Florentino, vaya a imponerse a los consolidados Kaká, Cristiano..., o a los futuribles (dicen) Ribéry, Silva, Cesc, o los que la maquinaria blanca considere oportuno fichar a golpe de talonario, para que todo el planeta tenga claro que donde hay pasta, que se vea. Además, a Valdano no le hace mucha gracia el haber ido deprisa y corriendo a por Canales, ya que está convencido de que se trata de un capricho del presidente.

El Racing hará caja (menos de lo que podría conseguir en un par de años) por la necesidad de vender ya y salen ganando todos... Ahora bien, me encantaría que Canales (como ha hecho toda su vida) se deje aconsejar sobre lo que debe y no debe hacer en su futuro como jugador blanco. Sobre el césped ha nacido una conexión brillante entre él y Munitis. Ojalá esa unión se traslade fuera del campo y Sergio se acerque al capitán, le pida consejo y tome nota de la experiencia de Pedro en Chamartín, que en la medida de lo posible le marque el camino. Munitis ha confesado que no supo lidiar con el "otro fútbol" que rodea al Madrid. Obviamente, entra dentro de la condición humana lo de tropezar en la piedra tú mismo y decirte luego: "Qué razón tenía Pedro cuando me dijo tal o cual". Su fútbol será su mejor baza; repito: lo que quiero, más que nada, es que juegue y no sea carne de banquillo.