Arrastrarse por el barro
Reconocía Messina después del sorteo andar un poco preocupado por los rivales: Siena, Maccabi y Efes, al menos dos de los tres más difíciles en cada uno de los niveles. Ya sabía el italiano que no iba a encontrarse con una alfombra roja en su intento de devolver al Madrid a una Final Four 14 años después. Pero ahora tendrá que avanzar gateando con los codos en medio de un barrizal.
La peor noticia en el camino a París no fue caer en el grupo de la muerte, sino que de avanzar al playoff de cuartos su rival será el intocable Barça (29-1 en partidos oficiales) o el campeón Panathinaikos. Cualquier duelo ante los de Pascual o los de Obradovic sin ventaja de campo sería un suicidio, por lo que al Madrid sólo le vale ser primero. Y precisamente se lo jugará con el Siena en Italia antes de la Copa del Rey y en Vistalegre, tres o cuatro días después del torneo copero. La cruda realidad.