A veces se fichó bien en invierno
La idea que transmitió ayer Mendilibar es la misma que ronda por la cabeza de los rectores del club. El técnico no es partidario de fichar nada en el periodo invernal porque sabe que no es un mercado fácil y porque los precedentes que él ha vivido aquí, en Valladolid, no le han animado a pensar lo contrario. Es lógico que el mercado europeo haga desconfiar. En plena disputa de los campeonatos no es normal poder reclutar a jugadores que estén rindiendo bien y que estén dispuestos a venir. Lo que suele haber a tiro a estas alturas son saldos, jugadores que no están contando en sus clubes o que terminan contrato en junio y a los que pueden dejar salir sólo si se realiza la presión pertinente, fundamentalmente por parte del jugador en cuestión a su club. Por tanto, mercado difícil, escaso y peligroso. Hasta ahí comparto el criterio de Mendilibar, aunque no olvidemos nombres como los de Manchev, Javi Jiménez o Iván Campo, por ejemplo.
Pero no comparto lo del mercado sudamericano. Brasil, Argentina, Uruguay... Allí, ahora, las competiciones han terminado. Los jugadores tienen ritmo y se incorporarían ya, nunca a final de enero, sin grandes dificultades físicas. Muchos extranjeros que han llegado al fútbol español lo hicieron en invierno y acabaron triunfando. Recuerdo en el Valladolid los casos de Leonel Álvarez, el mejor de los colombianos que trajo Maturana, un gran goleador como el 'Polilla' Da Silva, el boliviano Peña, Heinze o el central argentino Walter Lozano. Pero Mendilibar se acuerda de Oldoni, que fue el que llegó el año pasado, y se deprime. Debería inspirarse en Zigic o Iván Alonso que el año pasado salvaron al Racing y al Espanyol. Quizá así se animaría a exigir ese par de defensas de buen nivel que tanta falta nos hacen.