Hacia el entendimiento por el deporte

Hacia el entendimiento por el deporte

Poca gente lo recordará ya, pero la primera vez que la Selección Española de fútbol jugó en suelo español fue en San Mamés. Era en el lejano 1921 y nuestra invitada era la campeona olímpica de Amberes, Bélgica. Vinieron dándose importancia, reclamaron sobre la altura de los largueros, que hubo que corregir a petición suya, pero luego les ganamos, con dos goles de Alcántara, un gran interior filipino del Barça. Era una selección, por cierto, con gran mayoría de jugadores vascos. Pero ya hace años que España no juega por allí. La última vez ni siquiera existía aún AS. Hasta metió un gol Gento, figúrense.

Más gente lo recordará, pero también es pasado: la Vuelta a España la organizaba El Diario Vasco-El Correo Español, de la familia Bergareche y con sede en Bilbao, y por supuesto rodaba, y mucho, por las carreteras de allá, donde hay más afición al ciclismo que en cualquier otro sitio de España, y también más ciclistas. Pero aquello acabó en el 78, por sabotajes que hicieron aconsejable evitar aquellos pagos. Hace unos pocos años se cruzó, sigilosamente, un pequeñito rincón de Vizcaya, apenas siete kilómetros, y todo el mundo contuvo la respiración, por si acaso. Pero felizmente no pasó nada.

Ahora el Parlamento Vasco solicita que la Selección y la Vuelta regresen a aquella tierra, consecuencia natural de la nueva mayoría que gobierna el País Vasco. La propuesta va a hacer sentirse incómodos a quienes se vean obligados a posicionarse sin desearlo. Pero tiene el valor de plantear un paso más hacia la normalidad, hacia la recuperación de algo que el País Vasco tuvo y perdió, algo que formó parte de sus tradiciones y que responde al deseo de muchas de sus gentes. Y es, sobre todo, una propuesta de entendimiento desde el deporte, el mejor escenario para ello. Un paso más hacia la normalidad.