España está lista para el Mundial

España está lista para el Mundial

Ayer hablaba yo en esta columna del San Lorenzo de Almagro como referente artístico del fútbol argentino. Pero hay otro referente, más próximo en el tiempo, y tan argentino como aquél: el Estudiantes de la Plata de mediados de los sesenta, ese equipo que mereció el titular de 'Animals!' cuando se enfrentó al Manchester en la Copa Intercontinental. También eso es tradición argentina y eso fue lo que sacaron a pasear anoche en el Manzanares: dureza, intimidación, 'cancherismo', antijuego... Heinze en frasco, vamos. Este equipo se parece más a Heinze que a Messi, se parece más a Bilardo que a Maradona.

Ante ese equipo España nadó y guardó la ropa. Bordó el fútbol durante la primera mitad de la primera mitad, pero pronto la doctrina argentina del 'césped quemado', que contó con la complacencia de un árbitro bobalicón, hizo que los nuestros levantaran el pie, a fin de poderlo llevar a casa al término de la noche. Por eso llegamos sólo uno a cero al descanso. Crecidos en su gloria pandillera, los argentinos jugaron incluso bien al principio de la segunda mitad, porque también saben. Y hasta empataron, por un penalti, el cuarto que se producía (los otros tres fueron en su área) pero el primero que se pitaba.

Y ahí me gustó España por la confianza en sí misma. Una cosa es que peguen, otra que el árbitro sea bobo, pero lo que no va a ser es que nos ganen en casa el día que cumplimos cien años. Y con los cambios y todo, sin Xavi, sin Silva y sin Iniesta, el equipo se levantó desde su calidad sobrante y desde su orgullo, volvió a reducir a los pandilleros y les ganó. Por un penalti que el 'referee' ya no pudo disimular, como podía haber sido por alguno de los remates peligrosos de Negredo, o por alguna de las grandes jugadas de Navas. Pero ganó, en fin. Partidos así habrá en el Mundial, de modo que es bueno haber ganado éste.