Valdano ha cambiado en dos semanas

Valdano ha cambiado en dos semanas

Si usted escuchó las declaraciones de Valdano, en especial en lo que respecta a Pellegrini, el día del 4-0 y volvió a escuchar las de anteanoche habrá percibido un cambio muy claro. No es lo mismo. El respaldo firme de aquel día ante lo que aún podía presentarse como un accidente dio paso a un aire más preocupado y desde luego menos firme en la defensa del entrenador. Y encima la noche dejó la brecha entre ambos del caso Sergio Ramos, que tiene guasa. Escuchadas todas las versiones, la duda es si a Pellegrini le avisaron tarde y mal (el día del partido, con el grupo ya concentrado) o si ni siquiera le avisaron.

El caso es que veo a Pellegrini ya como un náufrago, en unos días en los que Raúl dice que están tardando mucho en asimilar el sistema, Casillas que todo esto parece el guión de una película de Spielberg y Guti es recibido por Valdano, en reunión que tiene aire de desagravio (Valdano también dijo que le había echado de menos en Milán). Raúl, Casillas, Guti, los tres capitanes, los tres nacidos en la raíz de la propia casa. No es difícil ver que Pellegrini está más solo que la una, sostenido sólo por un improbable buen partido en el Camp Nou, Cristiano Ronaldo mediante, para ver si cambia la racha.

Y aún podría ser, porque cosas más raras se han visto y con Cristiano Ronaldo en el campo todo es posible. Pero hay una desagradable sensación de agonía en este hombre, agravada por el abandono de su principal padrino y por el desorden galopante en la estructura deportiva, patente en el caso Sergio Ramos. Así que es un error hacer, como hizo, la alineación para aliviar malas caras en el vestuario, usar un partido estratégico para conformar a los Diarra, Gago, Raúl y Van Nistelrooy. Pero ante su extrema soledad, se entiende, aunque no se justifique, una actitud así. Que a su vez termina de distanciarle de Valdano.