El uruguayo se siente ninguneado

Diego Forlán no vive su mejor momento. Que el Atlético se encuentre en puestos de descenso obedece a múltiples factores y uno de los importantes es el mal arranque de temporada del uruguayo. La pasada campaña el Atlético consiguió sobre la bocina clasificarse para la Champions (¡cuánto le cuesta llegar y que poquito dura en ella!) gracias en gran medida a los golazos de Forlán. Pero esta campaña la suerte no le acompaña, ha estrellado muchos remates en la madera y se le ve sin confianza fallando controles que nunca pifiaba y errando muchos pases, como se comprobó en el derbi.

Su historial demuestra que a Forlán le cuesta arrancar y que sus inicios de curso suelen ser flojos, pero en este caso Diego traduce en el campo el desencanto que le ha producido la postura del club en su renovación. No le vendieron y llevan tres meses vacilándole con la mejora de contrato, por más que los dirigentes aseguren que ya está cerrado el acuerdo. Forlán se siente ninguneado y en absoluto valorado. No por eso va a dejar de meter goles, por supuesto, pero su entorno reconoce que ha influido en su rendimiento. Pero las tienes que meter, uruguayo.