"Raúl es titularísimo", dijo ayer Pellegrini, lo cual viene a querer decir que no nos lo quitamos de la cabeza. Ni titularísimo ni trasto viejo, pienso yo. En Milán el Madrid jugó muy bien sin él, y ya son muchos los que corren 'soto voce' que Benzema y Kaká juegan mejor cuando no lo tienen cerca. Pero tan cierto es eso como que el Madrid casi gana en un remate final suyo, que en la pretemporada marcó más goles que nadie (por eso empezó en 'pole position'), que no se lesiona, que no va con la Selección y descansa... Un lío, en fin. Un lío en el que vuelve a verse atrapado Pellegrini. Hoy le volverá a poner.

Mientras, Quique ya se ha apuntado el primer tanto: ante el Chelsea, el Atlético tuvo su primera actuación convincente en lo que va de temporada, el Kun Agüero se reencontró con el gol (el propio Quique le animó a tirar faltas, y vaya cómo lo hizo) y de paso hemos redescubierto a Reyes. He ahí un jugador de posibilidades magníficas al que se le estaba escapando el tren. Quique le sacó algunos buenos partidos en el Benfica. Sabe que es un jugador que exige más trabajo y atención que la mayoría, pero su talento merece la pena. Entre unas cosas y otras, el Atlético llega crecido al clásico.

De Albiol y el villarato no les hablaré, para no cansar. Pero sí quiero dedicar un párrafo al conato de plante de la Liga, transformado ayer en una comisión para 'negociar'. O sea, tras la salida en tromba, un avance elástico sobre la retaguardia. Defender que se para el fútbol para que Cristiano e Ibrahimovic sigan pagando menos impuestos que Casillas y Xavi era impresentable. Eso sí: la Liga puede aprovechar para combatir el partido en abierto, que estima le perjudica en la recaudación por televisión. Ahora que los amigos de Zapatero tienen su TDT de pago bien puede ser el momento de proponerlo.