Costa brilló y la defensa naufragó
Se tienen que dar muchas cosas a la vez para que un modesto como el Valladolid se lleve algo del Bernabéu. Lo más importante, mantener una concentración defensiva máxima los noventa minutos. Aun así, el Madrid te puede llegar y 'matar' cuando menos lo esperes. Ayer, la defensa de los de Mendilibar fue blanda, lenta de reflejos y de movimientos y poco solidaria, ya que no existieron casi las ayudas y las coberturas. Por eso, porque Ayza Gámez prolongó de más la primera mitad y por la calidad e instinto de Raúl, en la primera parte quedó el partido casi sentenciado. Demasiadas cosas en contra a la vez.
Pero si en defensa fue el Valladolid un equipo débil y blando, también transmitió sensaciones de tener más dinamita en ataque de lo que muchos se piensan. Diego Costa trajo de cabeza a la zaga de los de Pellegrini. Firmó un partidazo. Manucho a su lado le ayuda bastante. Nauzet y Marquitos demuestran tener gol y Bueno debió salir antes. Ayer se perdió en Madrid, pero con honra y dando la cara.