Messi y Maradona, Cristiano y Queiroz

Messi y Maradona, Cristiano y Queiroz

Messi y Cristiano, las dos perlas del fútbol de hoy, dos grandes que engrandecen aún más nuestro campeonato. Nadie discute que son ahora los dos mejores jugadores del mundo. Habrá quien ponga antes a uno o a otro, pero nadie coloca a ninguno entre ellos, o por delante de ambos. Bueno, pues los dos mejores futbolistas del mundo corren el riesgo de no estar en Suráfrica. Estos días se lo juegan y no lo tienen fácil. Forman parte de selecciones que representan a países de gran peso futbolístico, tienen compañeros de calidad en sus equipos. Entonces, ¿cómo es posible esto? Pues por los entrenadores.

Maradona fue un jugador superlativo al que siempre estaremos agradecidos por tanta belleza como nos ofreció. Pero no puede ser un conductor de grupos. Ante la polémica con Bilardo, Cappa lanza una frase que delata la veneración excesiva que aún se le guarda allí: "Es como si Guardiola tuviera como asesor a Capello", dice, aludiendo a una supuesta diferencia de escuelas. Pero no es eso. Maradona no es Guardiola ni es Capello ni es Bilardo ni es nada como entrenador. Es una vieja gloria caprichosa en cuyas manos tiene Messi la desgracia de ver depositadas sus esperanzas de ir al Mundial.

Messi y toda Argentina. Pero casi más duro me parece el destino de Cristiano. Maradona al menos fue un genio. Queiroz fue un portero suplente que hizo fama como ayudante de Ferguson y que llegó al Madrid en pleno paroxismo de la cursilería galáctica. Llevaba la corbata, desde luego, mejor que Del Bosque, y por lo visto hablaba muchos idiomas, aunque no sé si todos igual o peor que el español. Las consecuencias ya las conocimos. Ahora es seleccionador de Portugal, donde Pepe juega de medio centro alborotador, con lo que ya me dirán ustedes. En fin chicos, que tengáis suerte. La merecéis.