Madrid no debe bajar su nivel
Que no caiga la noche sobre el deporte de Madrid El terrible golpe olímpico que hemos recibido no puede significar el declive deportivo de la capital de España, regresando a las cavernas de donde no hace mucho salimos. La estepa desolada que sólo hace unos cuantos años era Madrid, sin competiciones importantes nacionales y mucho menos internacionales, la convirtieron el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en pocos años en la capital de Europa más potente y activa. Madrid ha superado con creces a la antaño admirable Barcelona, hoy sumida en un grotesco y laportiano sueño independentista donde el señor Carod-Rovira dedica el dinero del deporte a crear sus risibles embajadas, en lugar de invertirlo en que Barcelona recupere su prestigio y señorío.
Es comprensible que ahora Madrid amortigüe el ritmo de las grandes inversiones previstas sobre todo en instalaciones, pero no el de importantes organizaciones deportivas que mantengan e incrementen el enorme prestigio que ahora tiene en todo el mundo, además del beneficio económico que los visitantes aportan. Alcalde, mantenga el esplendoroso amanecer deportivo que desde hace unos años contemplamos los residentes en la Comunidad de Madrid.