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La primera derrota del Madrid en Liga abre los interrogantes que los goles de los cracks habían ocultado. Era un gran día para dar un golpe de autoridad, en un estadio difícil y ante un rival en racha. Era una jornada importante para los jugadores de quienes se espera más. No estaba Cristiano y Kaká no fue decisivo. Pero la gran decepción fue Benzema. De él sólo recordamos una patada al aire en un balón que le entregó Raúl. Se enfrentaba al partido más difícil de la temporada y fue sustituido por Higuaín. En las últimas jornadas cierto runrún había sonado cada vez que Benzema no era titular. A un comienzo esperanzador han seguido partidos insulsos.

Llegó a decir que se sentía mejor si el equipo tenía un delantero centro de referencia, y esto sólo lo ha vivido en los escasos momentos jugados con Van Nilstelrooy. Al chico se le conocían sus buenas condiciones en el Lyon, pero en el Madrid no estamos viendo lo que se esconde tras un fichaje de 36 millones.