NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA
Jesús Gallego

Yo me quiero ver sufriendo

Actualizado a

Ver a la presidenta Esperanza Aguirre hacer lobby en la cafetería del Hotel Marriot no tiene precio. Sentada enfrente de un miembro austriaco del COI, sin parar de sonreír, intentando demostrar que ese contacto estaba sumando puntos para la candidatura madrileña. Salió rana, el austriaco estaba enfadado porque nosotros no les votamos para unos Juegos de Invierno. Se vio mucho más suelto al ministro Moratinos, que en un par de horas fue dando cuenta de catorce miembros del COI como si de galletitas danesas se trataran para que admitieran que Madrid 2016 tiene un gran proyecto. Eso lo admitían todos, pero muy pocos confirmaban que su voto sería para nosotros. Zapatero y Gallardón comparecieron ante los medios con optimismo, afirmando que "más de lo que se había hecho era imposible". Bueno, digo yo que podía haber estado por aquí un campeón olímpico y número uno del mundo como Rafa Nadal, que no entendemos muy bien porque prefirió ver un intrascendente partido de la Liga de Campeones en el Bernabéu. Es muy valorable el apoyo de Raúl a Madrid 2016 y su esfuerzo por participar en la última exposición ante los votantes, pero con todo el respeto, Raúl no es Nadal.

Llegamos al día decisivo sin ser favoritos ni cenicientas. Este último papel se lo lleva la candidatura de Tokio, así que nos toca esperar. Parece claro que pasaremos la primera votación (si no es así el fracaso sería gordo) y luego llegará el momento clave, que es el pase a la final. Si Madrid 2016 logra superar el segundo corte no nos dará miedo ni Obama ni Lula y pasaremos unos minutos de angustia esperando la decisión final. Ahí me quiero ver, sufriendo.