Una madre de muchas medallas
Cuando Pau Gasol hacía las maletas para viajar a Memphis y debutar con los Grizzlies, Sasha Djordjevic me dijo: "Será el mejor jugador europeo de siempre en la NBA". Pensé que exageraba y comenté: "¿Mejor que Vlade Divac, Drazen Petrovic, Detlef Schrempf o Dirk Nowitzki?". Y Sasha insistió: "Mejor que todos, porque aparte de su calidad tiene algo impagable: una familia que le ha educado para triunfar". El paso del tiempo ha demostrado que Sasha tenía razón. Ignoro si la doctora Marisa Sáez dejará un legado importante en el campo de la medicina, pero en el deportivo, como cerebro del clan Gasol y madre de tres diamantes llamados Pau, Marc y Adrián, su contribución ha sido impresionante. Es, sin duda, una madre merecedora y también forjadora de medallas.
Es en verdad admirable el modo en que Pau ha salvado a la Selección española de un fracaso histórico en este Eurobasket de Polonia. Ayudado por Juan Carlos Navarro, se echó el enfermo a la espalda y le ha devuelto la salud y la confianza en el momento oportuno. Ocurra lo que ocurra ya en este campeonato, Gasol merece un aplauso. Hace unos años, ni siquiera doña Marisa Sáez habría creído que un españolito iba a ser el pívot titular y campeón NBA de Los Angeles Lakers. Kobe Bryant lo dijo enseguida: "La gente no capta lo bueno que es Pau". Djordjevic sí lo hizo. Los genios se reconocen entre sí.