Ávila puede ser otra vez decisiva
Hoy la Vuelta llega a Ávila. Una etapa que puede tener mucha historia a pesar de que en esta edición cambie algo el trazado con respecto a otros años. Atención al puerto de Collado Mediano, con rampas duras y una rápida bajada que puede convertirse en una emboscada, sobre todo porque luego queda el Boquerón y la subida a la muralla. Un final con solera, donde Lucho Herrera dejó finiquitada la Vuelta de 1987 cuando no era favorito, en parte porque había otras estrellas como el que ganó la etapa aquel día, Laurent Fignon. Hoy los papeles de protagonistas están reservados a otros grandes corredores. Entre ellos Samuel, que si el tiempo es malo como se ha anunciado, él solo es capaz de dinamitar la carrera en las bajadas.
Otros dos nombres a los que en teoría habría que estar muy atentos son Gesink y Mosquera. La pena es que ayer los dos acabaron en el suelo. Una desgracia. Son dos ciclistas que han demostrado este año que se debe esperar mucho de ellos. Hoy estarán mermados y habrá que ver cómo se han recuperado porque deben ser dos de los que den espectáculo. El caso de Mosquera me llama la atención. Es un hombre al que no sé si se le está reconociendo del todo lo que está haciendo en esta Vuelta. Creo que si fuese un ciclista más conocido y mediático, tanto los medios de comunicación como incluso yo en mis columnas hubiésemos hablado mucho más de él. Espero que las caídas no le resten energías para hoy. Está llamado a ser protagonista.