El Valencia rechazó 116 millones

Llorente y Javier Gómez rechazaron este verano ofertas de clubes que quisieron comprar jugadores del Valencia por valor de 116 millones. Matizaría diciendo que más bien fue Llorente, porque Javier es menos futbolero, más frío, más de números y menos pasional. Es un gerente puro y duro. Llorente también lo es, pero aprendió la lección Benítez y descubrió que hay que tener en cuenta un componente pasional, deportivo y sentimental además del económico. De ahí que no vendiera a Silva, Villa o Mata cuando estaba asumido por todos que al menos uno se vendería. La suma de 116 sale de los 42 de Villa (Barca y Madrid), los 25 de Silva (Juventus), los 20 del Barça (Mata), los 16 de Pablo (Wigan), los 9,5 de Banega (Stuttgart) y los 3,5 de Miguel (Fiorentina).

Tiene mucho mérito (alguien podría decir irresponsabilidad) que debiendo 547 millones y sabiendo que esta campaña se van a perder otros 40 el club no venda activos. Llorente, pese a ser empleado de Bancaja, fue 'rebelde' y argumentó a Olivas y Zurita (jefazos del banco) que el club podría resistir un año con los 92 kilos de la ampliación y prepararse mejor buscando sustitutos, para realizar la venta(s) en invierno, pero que esta temporada el Villa o Silva de turno la acabara como ché. El aficionado puede agradecer a Llorente su resistencia ante el banco y a éste su comprensión y confianza en Llorente. Ahora les toca a los jugadores y a Emery demostrar que el esfuerzo no fue en balde. El presidente está armado moralmente para exigirles mucho.