Del Bosque merece más respeto

Del Bosque merece más respeto del que muchas veces recibe. Manolo Jiménez, entrenador del Sevilla, dijo ayer medio de guasa que no sabía el rival contra el que jugaba España. No se puede admitir un desplante así ni siquiera en broma. Y menos con el único seleccionador nacional que, al menos en los últimos 25 años, más ha respetado a sus colegas de profesión. Antes que él, he visto pasar por el banquillo de España a Muñoz, Miera, Suárez, Clemente, Iñaki Sáez y Luis Aragonés. Todos desde México 86 hasta Alemania 2006. Y Del Bosque ha sido el único que ha pedido opinión a sus compañeros los entrenadores de clubes antes de hacer internacional a un jugador.

En su primera lista, en agosto de 2008, llamó a Caparrós y le preguntó por Iraola. Y le llevó. Después habló con Guardiola y convocó a Piqué y a Busquets. A Camacho le consultó sobre Monreal. Y que sepamos todos que la semana pasada le preguntó a Míchel por Mané. Desde que está en el cargo ha consultado con todos los entrenadores de Primera para pedirles opinión. También con Jiménez, que por cierto no ayudó con lo de Navas. Otros, en el puesto de Del Bosque, convocaban desde su atalaya sin más miramientos. Que sea un demócrata, que no sea un soberbio, debería merecer las gracias de todos ellos.