Se nota que la Vuelta no está en casa
Se nota que la Vuelta está en Holanda. Este final tan explosivo no es característico en la ronda española, y si no que se lo digan a Samuel Sánchez, que perdió 18 segundos en un final eléctrico, típico de una clásica, con carreteras estrechas, en el que los holandeses y belgas, en su territorio, han tirado muy fuerte, con un ritmo infernal en los últimos 15 kilómetros, un aliciente al que los nuestros no están acostumbrados.
Hoy, más de lo mismo, con un final para el disfrute de los amantes del ciclismo vertiginoso, deporte rey por esas tierras, en las que el fuerte viento, y las caídas, pueden cortar el pelotón en cualquier momento, y en donde belgas y holandeses, expertos en estos menesteres, no van a dejar pasar la oportunidad de lucirse ante un público volcado con los suyos.
Si el Rabobank no se aplica la lección, ya que no tuvo ningún corredor entre los diez primeros, Freire no ganará. Todos conocemos al de Torrelavega, un ganador nato, que es posible que, como es habitual en él, se saque una victoria de la chistera; un triunfo que él mismo se trabaje entre un grupo de sprinters arropados por sus compañeros de equipo. Es a lo que este lobo solitario nos tiene acostumbrados.