El nuevo Madrid y el mismo gran Barça

El nuevo Madrid y el mismo gran Barça

Un nuevo Madrid comparece esta noche en el Bernabéu. "Hay que hacer en un año lo que había que haber hecho en tres", dijo Florentino, y a mí me pareció un pelín malicioso y algo exagerado, pero no iba de farol. Ocho caras nuevas trae este Madrid: Cristiano, Kaká, Benzema, Xabi, Albiol, Granero, Arbeloa y Garay. Los cinco primeros vienen con marchamo de titulares; los otros tres son buenos para hacer plantilla sólida. Si se compara con las salidas, no cabe duda de que se ha mejorado mucho. Quedan los mejores que había (salvo acaso Sneijder, si se va) y todo lo que ha venido es bueno.

Pena que el estreno no sea ante el Milán, al que el Madrid le permitió borrarse. El partido se concertó para hoy o mañana, según cuándo le tocara al Atlético su partido de Champions. Cayó éste en el martes, y entonces el Milán dijo que no podía el miércoles, ni hoy lunes, porque en su campeonato juega los dos sábados. El Madrid condescendió e improvisó esta salida del Rosenborg, que no es lo mismo. Lo siento sobre todo por Michel Salgado, al que despedimos hoy, y me hubiera gustado más que la suya hubiera sido una noche redonda, porque lo merece. Nunca ahorró un esfuerzo.

Pero es que vivimos días en que los partidos se aprietan tanto unos con otros que hasta en agosto sobran. Ya ven el Athletic: ayer mandó casi un saldo a la Supercopa, porque tiene Europa League. Aun así retrasó el primer gol azulgrana hasta el minuto 48, que ya es mérito ante el Barcelona de estos días, que no se cansa de levantar plata. Sin Etoo les vi algo cambiados, con algo menos del fuego que este ponía, pero Ibrahimovic va a tener conexiones fantásticas con Messi. En fin, que me imagino el mismo Barça que el que despedimos. El desafío para este nuevo Madrid es desplazarle. Y es un gran desafío.