Contador aclara la jerarquía

Lo que hizo Alberto Contador en la contrarreloj de ayer en Mónaco es lo más destacado que le he visto en toda la temporada, y eso que ya ha logrado bastantes e importantes triunfos, como en la París-Niza y en la Vuelta al País Vasco. El madrileño dio una auténtica exhibición y sólo fue superado por el suizo Fabian Cancellara, el mejor sin duda en la disciplina. Así que Contador ha batido al resto de los ciclistas que participan en este Tour de Francia. Alberto no sólo es el mejor escalador que rueda en el pelotón en la actualidad, sino que se ha convertido en un excelente especialista en las cronos, donde deslumbra y consigue victorias tan brillantes como el Campeonato de España, hace tan sólo unos días en Cantabria.

Con su segundo puesto en la primera etapa del Tour también ha dejado más que clara la jerarquía que debería imperar en el Astaná. Si Johan Bruyneel todavía no había decidido quién iba a ser su jefe de filas, tendría que haber tomado notas. Contador fue netamente superior que los otros tres gallos de su equipo: Andreas Klöden, Levi Leipheimer y, sobre todo, Lance Armstrong. No desmerezco para nada lo que ha demostrado el texano en su vuelta al ciclismo, pero hay que estar ciegos para no ver que tienes ante tus ojos al mejor corredor para grandes vueltas. Entre Armstrong y el español existen muchas diferencias, pero una se impone: la juventud. Si Bruyneel no apuesta por Contador es que no merece que le consideren director deportivo.