Con años de retraso, el premio llegó
Supo mejor así, con sufrimiento. Todos pensábamos que la afición impresionante de Pisuerga llevaría en volandas al Valladolid hacia su primer título europeo. Y lo hizo, pero con muchas más dificultades de las previstas, engrandeciendo la gesta. Tras muchos años de persecución, por fin el Balonmano Valladolid logra una corona continental. Hace dos años se quedó a un gol de la final de la Liga de Campeones. Que ningún osado ponga en cuestión los merecimientos de un club que desde su modestia no ha parado de crecer permanentemente.
Tiene que ser un título compartido. Afición, jugadores, directivos...todos han puesto lo que cada uno honestamente ha podido para lograr el éxito. Miguel Recio, el presidente, ha visto recompensada su apuesta para subir un escalón más. Terceros en la Liga y campeones de la Recopa. Y Pastor, el gran artífice de todo lo bueno que al Valladolid le lleva pasando desde hace años. Ha llevado a la gloria a su club y a la selección de su país con los mejores resultados en la historia del equipo nacional. Pastor engrandece su leyenda y ya puede dormir tranquilo con su Recopa.