NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Esperando señales del Valladolid

Tras seis jornadas fallando de forma consecutiva, con un único gol logrado y habiendo sumado dos puntos de los últimos 18 disputados, ya va siendo hora de que el Valladolid se percate de que la temporada no se ha terminado y también de que ni siquiera está salvado matemáticamente. Dos jornadas ganando los de abajo y perdiendo los de Mendilibar y que me cuenten después cómo se pueden poner las cosas. Triste sería pensar que la gran baza que tienen los jugadores del Valladolid para certificar su permanencia en Primera no es tratar de ganar ellos esta tarde en Riazor al Deportivo y sí, al contrario, confiar en una derrota del Sporting, del Recreativo o del Getafe. No quiero pensarlo, pero es la sensación que tengo a día de hoy. La gran duda en torno a lo que le ocurre al Valladolid es saber si su bajón es mental, porque consideró hace semanas los deberes hechos, o físico, debido a las lesiones y el cansancio. Particularmente creo que cuando la plantilla se sintió a salvo del peligro del descenso, inconscientemente bajó el pistón y que cuando ha querido volver a poner una marcha más, ya no ha podido. Las lesiones y las bajas tampoco le han ayudado a ello. Puede ser entendible, pero no hay que olvidar que todavía quedan cinco partidos y que mientras hay equipos que, por arriba o por abajo, se están jugando la vida, el Valladolid no puede terminar dando una imagen tan lamentable como la de los últimos choques. Ni la afición, ni los propios jugadores se lo merecen.