Es cuestión de aplicar la lógica

Sábado, a una buena hora, con el mejor rival posible, con tres puntos importantísimos en juego, con Messi, con Xavi, con Goitom, con Asenjo..., no se puede pedir mucho más. Pero no nos engañemos. Aquí quien marcará la diferencia en taquilla y quien posibilitará que se cuelgue el cartel de no hay billetes será el Barcelona. Los de Guardiola hacen del fútbol algo diferente. Dan verdadero espectáculo. Ritmo, toque, estrategia, manejo de balón. Son una especie de máquina perfecta que siempre sale a ganar y eso el público lo agradece. Por eso se llenará Zorrilla. Anoche quedaban sólo por venderse 800 entradas. Hay partidos a los que la gente no se resiste a acudir salvo que se lo prohiban. El Almería fue de los que se lo prohibió. Los precios fueron un insulto al bolsillo del ciudadano de nivel medio. Aquí, en Valladolid, los precios también son caros, pero nada parecido con aquello. Son caros porque tienen que ser caros. El abonado no entendería que a aquellos que sólo quieren ir a ver al Barcelona o al Real Madrid se les ponga la entrada casi regalada. No puede ser. El abonado tiene que sentir que el club valora su esfuerzo realizado en verano para toda la temporada. La gente saca su abono para que, cuando lleguen semanas como ésta, pueda comprobar el beneficio. Y eso sólo se logra manteniendo unos precios altos para el público. Altos, pero que se lleguen a pagar y se llene el campo. Sencillamente, la lógica.