Selección: menú diario y a la carta
La Selección es un restaurante de tres estrellas futbolín, el equivalente de las Michelín en el terreno de la restauración. La suerte que tienen los chefs, se llamen Aragonés o Del Bosque es que tienen las mejores materias primas y en su equipo caben varias tácticas y sistemas. Se puede comer de menú y a la carta. Hay de todo: aperitivos, entrantes, primeros, segundos platos y postre. Vean la carta-pizarra. Porteros: hay para elegir tanto que hasta puedes desechar (Valdés). La última novedad, Diego López, es un plato de temporada que poco tiene que envidar a los clásicos: Casillas y Reina. Defensas: curiosamente no es la época, pero se sale del paso aunque falten ingredientes tan vitales como Puyol y de recambios en los laterales andemos justitos.
Centrocampistas: la variedad absoluta. Para todos los gustos. Para jugar por dentro y por fuera. No está Iniesta pero sí Cazorla, Silva y Mata, que no son lo mismo, pero se le parecen. Y si hubiera que tirar de extremos-extremos, está Riera y no están caducados ni Joaquín ni Vicente, aunque ahora no sea su mejor estación. El punto de cocción lo ponen Xabi Alonso y Senna, tanto monta, monta tanto. Para Xavi queda reservado el paladar. La estrella de la carta, el plato que nunca te deja indiferente. Delanteros: Villa y Torres son una garantía. Difícil fallar con ellos. Sus cualidades, además, se complementan. Por si un día no están en su punto exacto, se tira de otro tipo de atacantes: rotundo como Fernando Llorente o escurridizo como Güiza. Ahí están todos, elijan.