Partido muy especial para Jacobo

Simplemente será un partido muy especial para él. Por muchas cosas. Por sentimentalismo, por jugar ante su club de toda la vida, el Valladolid, al que pertenece y al que volverá a defender después del verano. Jacobo fichó por el Valladolid con nueve años, escaló desde los alevines hasta el primer equipo. Tras Benjamín, es el último jugador nacido en Valladolid en haberlo conseguido. Tras formar parte de la plantilla que ascendió a Primera, emigró cedido al Numancia para firmar otro ascenso. Ahora defiende la camiseta del Getafe con éxito. Y con su equipo metido en dificultades, se encuentra ante el reto de jugar en Zorrilla, de enfrentarse al Valladolid.

Pero que nadie se equivoque. Jacobo no saldrá al estadio a examinarse. El examen que él pasa es el mismo que lleva pasando desde que se convirtió en futbolista profesional. Después de año y medio jugando como titular en Soria y Getafe, creo que a Jacobo ya se le conoce de sobra como para que el domingo no haya que mirarlo con lupa. Es indiscutible que ha crecido como jugador, que ha madurado y que por méritos propios ya se ha hecho un hueco entre los grandes. Seguramente, no hace falta que ninguno de los que en su momento no confiaron en él tengan que dar este domingo su aprobación para que el año que viene vuelva a Zorrilla. A Jacobo nadie le ha regalado nada, más bien lo contrario, y sabe lo que es tener que salir de casa para ganarse lo que aquí se le negó. Y eso curte.