Hervelle: el guerrillero caballeroso
Ha tenido que llegar a su quinta temporada española para recibir su primer MVP, pero hace mucho tiempo ya, que goza de merecida admiración por parte de los aficionados. A las pocas semanas de su debut en la ACB se vio que Axel Hervelle era una incorporación muy valiosa para el Madrid y para nuestro baloncesto. Aquel joven huesudo y pálido que Maljkovic importó de Bélgica es ya un estandarte en el club madridista, el extranjero que más partidos suma con la camisola blanca, a corta distancia de Bullock y por delante de los históricos Arlauckas y Struelens.
Axel merece elogios por su comportamiento dentro y fuera de la cancha. En el aspecto técnico destaca como prototipo de jugador completo, de todoterreno capaz de rendir en la batalla farragosa de las zonas y como artillero de larga distancia. Si queda un balón suelto por la cancha sabemos que será el primero en lanzarse. Su tenacidad y espíritu de lucha le han valido muchas condecoraciones simbólicas. O sea, muchos moratones. Pero hay que aplaudir también su caballerosidad, su compromiso creciente con los intereses del club y su identificación con la vida española. Se autodefine como El belga de Chamberí. Ojalá lo sea por muchas décadas.