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Vivir sólo de Robben es temerario

Para cualquier "e-qui-po" depender de un sólo un jugador es un riesgo mayor. Para el Real Madrid, superlativo. Hoy por hoy, en ataque, los de Juande viven descaradamente de Robben. La dependencia del holandés es peligrosa, temeraria. No se muestra ningún otro recurso futbolístico del centro del campo hacia delante. El bloque se asienta en un buen concepto defensivo. Se juntan bien las líneas, se trabaja con orden la recuperación del balón y la ocupación de los espacios, pero cuando el equipo tiene la posesión sólo levanta la cabeza para mirar dónde está su AVE particular. El domingo, Robben intercambió sus posiciones. La primera parte pasó más minutos en la izquierda y hacia allí se escoraba todo el ataque. En la segunda se fue a la derecha y hacia allá giraban todos. ¿Y el día que no esté Robben, dónde van a mirar, a quién van a pasar, quién va a llevar el balón al área contraria, quién va a dar los pases de gol y quién va a meter los tantos...?

Como también se vio ante el Deportivo, no es lo mismo tampoco para el juego colectivo que Robben descarrile a toda velocidad por una banda que por otra. Cuando acelera por la izquierda, su lado natural, busca mucho más el pase y necesita que le acompañen los compañeros. Cuando mete la quinta por la derecha, se la juega en una diagonal larga en busca del disparo, una acción individual que no necesita del prójimo para nada. Un "e-qui-po" como el Madrid, por muy desequilibrada que pueda estar su plantilla por falta de jugadores de banda, no puede limitar todo su caudal ofensivo a las carreras de un futbolista por muy bueno que sea, que en este caso lo es. No estaría de más trabajar otras alternativas... por