La palabra del Kun Agüero

Las declaraciones de Agüero en Almería provocaron una gran convulsión en la planta noble del club que no remitió hasta que poco después el crack matizó su crudo mensaje en busca de interpretaciones menos dolorosas. A mí, testigo directo de la erupción del Kun a pie de campo, me pareció un estallido de sinceridad que describe fielmente el estado de ánimo de uno de los mejores delanteros del mundo a bordo de un equipo que encalla una y otra vez en las mismas rocas. Y me pongo en su piel y le entiendo perfectamente.

Este equipo sigue sin jugar un pimiento. No tiene personalidad, ni sello, ni plan, ni idea alguna que invite a pensar que está preparado para ser ganador. Y su entrenador no le entiende ni a él ni a su fútbol, esta sociedad no tiene futuro, es la fantasía amarrada a un candado. Pero, además, el libreto del mexicano no sólo no motiva sino que deprime a sus mejores futbolistas: Forlán y Simao también se lamentaron de su suerte en distintos momentos de la campaña. Así, el mapa que queda presenta un vestuario dividido en varios grupos que sólo se encuentran en la profunda decepción que sienten por la impericia del mexicano.