Aguirre no corrige los errores
Los males del Atlético son conocidos por todos. Sus defensas no saben sacar el balón, les asfixia la más mínima presión. Le falta un medio centro que ponga orden, tranquilidad y fútbol. Vive a toque de la corneta loca de Maniche, futbolista caótico y discontinuo. El equipo ha fracasado ante los grandes de la Liga por falta de fútbol y de esquema táctico. Ni en sus mejores momentos este Atlético ha sabido a lo que juega. Le ha bastado con que el balón, es inevitable, les llegase de tarde en tarde a sus tres puñales: el Kun, Forlán y Simao. Ellos resolvían lo que estropeaban atrás o en el centro, y de paso tapaban todos los males. Con eso, el Atlético se mantiene en la Champions y anda por la Liga entre el grupillo que sigue a los de arriba. Pero la afición esperaba ahora un salto hacia adelante y ha ocurrido todo lo contrario. Este Atlético se deshilacha entre las manos de Aguirre, que ni tiene soluciones ni parece ver los problemas.
El Atlético volvió a exhibir ante el Athletic su peor cara, fue un espanto. Repitió todo su repertorio de errores habituales con Aguirre en la banda con cara de aburrido. Yo no creo, como decía Maxi esta semana, que sea un problema de actitud, o de que algunos no corran. Lo que sucede es que todos corren como pollos sin cabeza. Y cuando se desesperan, se lían a patadas y acaban en la caseta como ayer Maniche, el líder del centro del campo. El Atlético necesita un cambio total. El equipo tropieza una y otra vez en la misma piedra y Aguirre no corrige los errores.