Repasito de Preciado a Mendilibar

El Sporting fue mejor en todo. Le dio un baño futbolístico y táctico al Valladolid en todos los aspectos. Preciado manejó el partido a su antojo. Se jugó como él quería, como a los asturianos les interesaba. Mendilibar asistió impotente, cuatro días después, a otro repaso futbolístico de los que dejan marca. Quizás de lo peor de la jornada de ayer fue comprobar como ni el entrenador ni los jugadores supieron dar una explicación deportiva concreta de lo que había pasado sobre el césped de El Molinón. Frases como "lo hemos hecho todo mal", "no hemos sido el Valladolid de siempre" o "hemos perdido nuestras señas de identidad" son explicaciones tan vagas como peregrinas. Sería bueno explicar por qué el Valladolid no tuvo intensidad ni ejerció la presión habitual.

N adie pudo explicar tras el partido qué pretendía la defensa en la jugada del primer gol. ¿Por qué, una vez más, se jugó con una defensa tan adelantada ante un rival rápido y que de esa forma se encontraba como pez en el agua? Sería bueno saber también por qué Luis Prieto jugó de lateral derecho cuando, ya de salida, parecía condenado al fracaso, en una posición que no es la suya ni por asomo. Es bastante triste darse cuenta de que el filial no sirve ni para aportar un lateral derecho en caso de emergencia como lo era el de ayer. Son preguntas que necesitan respuestas y que deben concretarse en breve en una reacción y en una serie de modificaciones, tanto en las decisiones puntuales del entrenador, como de actitud de los propios futbolistas.