Gafes y negativos, abstenerse
Los pesimistas que se abstengan de leer lo que sigue. No nos valen para un evento como el del próximo miércoles de Zorrilla. Gafes y negativos, que se queden en casa. Ante el Sporting se necesita gente creyente en la posibilidad de remontar. Es necesario que todos, aficionados y jugadores, tengan la mentalidad de que se puede lograr. No ha sido el Valladolid un club pródigo en este tipo de gestas, pero no son tan extrañas en el mundo del fútbol. Ganar 2-0 en casa es algo posible y más ante un rival que no es superior. Eso sí, se necesitará mucha intensidad y concentración de los jugadores, una elección correcta de los hombres capacitados para lograr el triunfo y un ambiente desde la grada lo suficientemente caliente como para ayudar.
El Valladolid ya ha demostrado este año que es capaz de ganar por dos goles o más. Deportivo, Mallorca, Almería o Villarreal ya lo sufrieron. Por tanto, se puede. No se trata de hacer ningún milagro. Se trata de hacer un buen partido. Se trata de no regalar defensivamente como en El Molinón. Se trata de salir concentrados y de meterle intensidad al juego y presión al rival. Se trata de hacer un gol en la primera parte y otro en la segunda. Se trata de no encajar. De acudir al estadio soñando con la posibilidad de estar en cuartos, primero, y después en semifinales. Son cuatro las remontadas de más de un gol llevadas a cabo. ¿Porqué no va a poder llegar la quinta? El Valladolid necesita ilusión, y los jugadores que fallaron en Gijón están en deuda.