Las cuatro maravillas del Atlético
Aguirre acertó cuando se estuvo quieto y dejó fijos en la alineación a Maxi, Kun, Forlán y Simao. Son ahora las cuatro maravillas del Atlético. Cuando se han juntado, el equipo se ha puesto a galopar y a remontar posiciones. La etapa reina de la Liga, tras la noche negra del Camp Nou, dejó al Atlético tocado y para muchos, desahuciado. Error. A Aguirre le salían las cuentas. Todos tendrían que afrontar esa etapa tremenda de la Liga y cuando los primeros se enfrentasen entre ellos, sería el momento del Atlético. Pero era imprescindible no fallar más. Y el Atlético no ha fallado. Aguirre recuperó a sus cracks y se olvidó de experimentos y rotaciones. Los mejores en el campo. Y el equipo rojiblanco se disparó hacia arriba como un cohete. Los resultados están a la vista. El conjunto atlético tiene cañones en la delantera y vive de su descomunal pegada.
Aguirre, que a veces nos desespera con sus planteamientos y algunos cambios, tiene la virtud de saber rectificar. Lo hizo en el caso Maniche. Y el portugués es ahora imprescindible. Tiene un fútbol caótico y en ocasiones descontrolado, pero es un enlace perfecto entre los cuatro magníficos y el resto del equipo. No había sustituto para él, como se descubrió cuando se marchó. Aguirre cedió por el interés del equipo y le recuperó cuando parecía imposible. Acertó el mexicano. Como acertó cuando rompió el papel de las rotaciones y ha optado por una alineación que se puede aprender de memoria. Y acertó cuando mantuvo a Maxi contra viento y marea. Y creo que acertará con Assunçao, más importante para el equipo cada día que pasa. El Atlético ha cumplido sus objetivos en 2008. Y a Aguirre hay que reconocérselo, por la parte que le toca.