Villar debe entender la situación
Estaremos todos de acuerdo en que es digno que todo profesional del fútbol aspire a jugar cada domingo. Me desesperan los jugadores acomodados que se conforman con cobrar su contrato y con tratar de renovarlo a su conclusión, sin más ambición que esa. Futbolistas que anteponen el dinero apalabrado a la posibilidad de buscarse el futuro en otro equipo en el puedan llegar a jugar. A un futbolista le tienen que poner banderillas cada semana en la que no está en el once inicial. Esos son los buenos. Los que no se conforman, a los que sólo les vale jugar. Justo Villar es de esos. Sin dar guerra y sin molestar, ha propuesto al Valladolid la posibilidad de que le deje salir para tener minutos. Pero choca con la realidad de los acontecimientos.
Está bien que Olimpia de Asunción le quiera, pero el problema es insalvable. Justo Villar tiene un contrato firmado con el Valladolid hasta el 2011 y el club quiere que lo cumpla. Ni a Villar, ni a ningún portero, les está garantizada nunca la titularidad. Nadie le prometió actuar cada domingo. Él fichó para formar parte de una plantilla, entrenarse y cobrar al día. Eso es lo que puede exigir. La alineación la hace el entrenador. Justo lo sabe y debe entender la situación. El club no puede acceder a su salida porque necesita un gran segundo portero. Y si los tiempos se cumplen, no tardando será el primero. El club tiene marcados los plazos y sabe que la marcha de Asenjo dejaría una gran cantidad de dinero mientras la portería no quedaría nunca desguarnecida.