NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Lo raro es que no pida a Cassano

Actualizado a

Robinho se marchó del Real Madrid porque no quería ser un jugador menor. Seis meses después está a sólo dos puntos del descenso en la Premier. Jamás conoció esa situación ni en el Madrid ni en su club de procedencia, el Santos, en el que le dieron el 10 de Pelé, lo que se conoce que le confundió. El recuerdo que Robinho dejó en la Liga se reduce al deslumbrón que pegó en Cádiz el primer día, a la cucaracha famosa con la que celebró sus pocos goles y a la rueda de Prensa casi clandestina en la que dijo algo evidente: que Calderón no es su padre.

El Manchester City no fichó a Robinho por ser Robinho. Le fichó por ser jugador del Real Madrid. Por eso en ese momento estaba en las listas del Balón de Oro y ahora ya no. Hoy que se ve incapaz de sacar a su equipo del barro él solo (algo reservado a unos pocos elegidos, por ejemplo a Maradona que lo demostró en Nápoles) pide ayuda. Quiere que le fichen a Kaká y a Ronaldo. Al primero para que se las ponga de día y al segundo para que se las ponga de día y de noche. Por eso debería pedir también a Cassano, que garantiza un buen desayuno tras una velada movidita. El City puede bajar a Segunda. Pero Robinho no. En todo caso, la Segunda subirá a buscarlo a él. Faltaría más.