Con Forlán en estado de gracia

Fue la noche de Forlán. Una más. Está en una forma impresionante el uruguayo. Su fútbol es un lujo de este Atlético. Ha cogido la racha y resulta imparable. Anoche hizo una exhibición. Rapidísimo, apareció por todas partes y todo lo hizo con sentido. El primer gol del Atlético fue consecuencia de una dejada sutil con la cabeza a Simao. El portugués, eso sí, resolvió como un crack. En el segundo le metió un pase magistral a Agüero. El Kun lo hizo sencillo, con esa facilidad natural que tiene para llevar el balón a la portería rival. Y después de asistir a sus compañeros de ataque llegó su turno. En el tercer gol se sacó un zurdazo impresionante imposible de parar y en el cuarto remató maravillosamente de cabeza una asistencia de Seitaridis. Forlán puso sobre el tapete del Calderón todo su repertorio, que parece inacabable. Este es un futbolista único. Con el Kun, que ha vuelto, y Simao forma una tripleta que promete grandes éxitos. El Atlético tiene en estos momentos una pegada tremenda. Cuando el equipo consigue llevar el balón a uno de sus tres puñales, el fútbol se hace más rápidos, aparecen las jugadas, las paredes, los espacios y los goles. Si el balón no les llega, el Atlético se atranca, sufre, su fútbol se ralentiza. Esto explica los cortocircuitos que padece el equipo en muchos partidos, anoche también. El Atlético necesita que el protagonismo lo tengan Simao, Forlán o el Kun. Si no, el equipo se convierte en vulgar y previsible. Ante el Racing, el Atlético encontró a Forlán y vivió de sus genialidades.