El canario que eligió al Valladolid
Verano de 2007. El Valladolid acaba de subir a Primera y el Cádiz, de bajar a Segunda. Desde las oficinas de Zorrilla se alcanza un acuerdo con Jonathan Sesma y con Julián De la Cuesta. Mientras el canario le plantea un pulso al Cádiz que termina por ganar, el colombiano no es capaz de hacerlo y no consigue su libertad. Ahora, 15 meses después, Sesma triunfa en el Valladolid y en Primera y De la Cuesta sigue en el Cádiz, en Segunda B. A Jonathan ya le había impedido un año antes el club gaditano salir al Celta, que había hecho una oferta por él. No estaba dispuesto a pasar la oportunidad que le ofrecía el Valladolid y no lo hizo. Y no se equivocó. Aquí, en la fría Castilla y lejos de su tierra canaria, ha encontrado el reconocimiento a su trabajo.
El DNI de Sesma dice que tiene 30 años. Los cumplió la semana pasada. Pero su juego y su estado físico nos delatan a un jugador que ha sabido cuidarse y que mantiene una velocidad impropia de muchos otros futbolistas de su edad que parecen ya estar en la recta final de su carrera. A Sesma me parece que le quedan por delante sus mejores años. La temporada pasada fue difícil para él por muchos motivos. Tenía que adaptarse a un sistema distinto y exigente, no había realizado la pretemporada y se daban circunstancias que no le dejaban pensar sólo en fútbol. Este año todo ha cambiado. Lo externo al deporte se ha solucionado felizmente. Físicamente anda como un tiro y está encontrando el gol. Jonathan Sesma, buena gente y buen jugador.