Un nuevo examen para el Real
En la Euroliga es vital amarrar los partidos en casa, así que el Real Madrid, aunque parezca un contrasentido, debe evitar a toda costa que el Armani le haga un traje. Si no lo consigue podría acabar siendo uno de los eliminados del grupo, papel que en teoría deben asumir el Panionios griego y el propio Armani Milán. En su partido (y derrota) anterior contra el CSKA de Moscú, el Real ya dejó claro que este año tampoco estará en la Final Four. Pero caer a las primeras de cambio sería excesivo desastre. En teoría, ceder ante el vigente campeón de Europa era previsible, pero el CSKA mostró esta vez un nivel nefasto (es cierto que le faltaban Holden y Smodis) y arrancó el triunfo por deméritos madridistas más que por virtudes propias.
Aunque la temporada acaba de empezar, los equipos que muestran más opciones para estar en la Final Four de Berlín son, de momento, Barça, Olympiacos, Tau y Siena. El CSKA no sólo acusa las lesiones, sino las bajas de Andersen (gran novedad culé) y Papalukas, el magnífico refuerzo del Olympiacos, aparte del carísimo Josh Childress (10 millones de dólares al año). Pero volviendo al Madrid, su objetivo no sólo será el triunfo, sino mostrar progresión en su juego, corregir parte de los defectos mostrados hasta la fecha: floja defensa, poco rebote defensivo, sequía en los triples y escasa adaptación de los últimos fichajes, Pepe Sánchez, Hosley y Massey. Eso, claro, por no hablar de Lazaros y Hamilton, en quienes no confía ya ni el más optimista.