Veintidós puntos sobre veinticuatro...

Bueno, pues van dos jornadas de Champions y Madrid, Barça y Atlético han ganado ya sus dos partidos. El Villarreal no, pero lo suyo no tiene menos mérito: empató en su día en Old Trafford, y esos son los dos únicos puntos que nos faltan. Pero ¡qué dos puntos! Los mismos que le ha quitado al Manchester United. Después de eso ganó con solvencia al Celtic (el corto margen es equívoco) y así contribuyó con su cuota parte a esa espléndida nota de nuestra Liga tras las dos primeras jornadas de Champions: veintidós puntos sobre veinticuatro posibles. Está bien. Está muy bien.

Ya sé que ocho partidos no suponen un muestreo definitivo, pero sí son un indicador a tomar en cuenta. Llevo tiempo siendo bastante pesimista respecto al poder de nuestro fútbol frente al inglés, de nuestra Liga frente a la Premier, por los ingresos de televisión de esta (favorecida por la inexistencia del fútbol en abierto y por su buena venta en la Commonwealth) y por la moda de millonarios caprichosos que invierten allí. La Premier va a más, hay que saberlo y reconocerlo. Pero en estas dos jornadas han sacado dieciocho puntos, por veintidós de los equipos españoles. Un indicador menor, pero un indicador.

Es cierto que el Barça sacó sus puntos de una manera un poquito ful, pero nos vamos acostumbrando. Frente a eso gozo de la fe con que el Villarreal saca adelante su causa en un mundo de ricos. Y admiro el ejercicio de humildad del Madrid en San Petersburgo. Y admiro del Atlético esa enternecedora lucha personal en el retorno a la Champions, afrontando al tiempo a rivales de hoy y fantasmas de siempre. Y pienso en los cuatro que se juegan esta noche su salto de fase en la UEFA y espero lo mejor de todos ellos. Y pienso así que el fútbol español tiene todavía reservado un sitio preferente: el de la tarea bien hecha.